Su interés por la magia nació cuando tenía 12 años. Tras cruzarse de casualidad con un libro lleno de términos incomprensibles encontró por internet a un señor que mezclaba una baraja, mostraba el caos y, sin hacer nada, conseguía que apareciera completamente ordenada.
Aquello no podía ser, era imposible.
Desde entonces se abrió una puerta a un mundo desconocido que le ha regalado algunos de los momentos más felices de mi vida. He podido aprender con sus ídolos y llevado mi magia por toda España y países como Reino Unido, Chile, Guatemala o Portugal. Ha investigado en disciplinas diferentes, recibido algunos premios y ayudado a otros magos a iniciarse en su camino.
A día de hoy sigo escribiendo el suyo.